miércoles, 17 de junio de 2009

El día que yo salvé el mundo (ángeles, moscas y Barry Gifford)



El día que Obama mató a su primera mosca (delante de las cámaras), yo salvé el mundo.

Con mi esfuerzo.

Con mi sudor.

Con mis ojos cansados.

Con mi agotamiento.

Con mi espalda dolorida.

Con otro trabajillo de mierda (aunque esta vez bien pagado).

Con la convicción de que yo era la mosca, y Obama era Obama, y el mundo era el mundo.

Y con la pena de que me mató, pero no quiso ni siquiera comerme.

O sí.

Porque al final, me recogió del suelo, con uno de sus pañuelos blaquísimos (y seguramente de papel).

Y entré en su boca.

Y mis alas transparentes rozaron su lengua.

Y no le produje ninguna alergia.

No le hinché la glotis ni la campanilla ni la traquea.

Me deslicé por el esófago.

Llegué hasta el estómago.

Y una vez allí, justo en el ombligo del mundo, pero desde el otro lado, desde el lado de la carne, recité un poema de Barry Gifford que llevaba todo el día rondando por mi cabeza, como si fuera la nueva canción del verano, o como si tuviera cita para tatuármelo al día siguiente en uno de mis muslos.

El bueno de Barry decía así:
Seguimos
entre
las bestias ignorantes
aparentando ser
ángeles
Nota 1: El poema aparece en el libro Las cuatro reinas. Editorial La Fábrica. Traducción de Laura Emilia Pacheco.

Nota 2: Prometemos que sí, que mañana jueves nos dejamos de gilipolleces y nos centramos, sacamos tiempo de dónde sea y te contamos con calma que nos ha parecido La reina en el palacio de la corrientes de aire, el último de Stieg Larsson.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Surrealismo en vena. Una mosca con anisakis (¿me equivoco?). O, lectura paralela: esforzada mosca, sudorosa y dolorida, que salva el mundo con su sacrificio. Y luego se la comen. Suena a Jesucristo, si se me permite la licencia blasfema. Y es que incluso se habla de ángeles. Interesante deriva espiritual, Sr. Vilá. Un abrazo y gracias: precioso artículo.

Manuela Gressler dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Al leer éste artículo, me ha hecho sentir...no sé, algo mágico, no se si perteneciente al mundo de las moscas, bestias o ángeles...Ufff. BRUTALMENTE MARAVILLOSO

Tío Piter dijo...

¡JA, JA, JA! Vilá el hombre-mosca.
BBBBBBBZZZZZZZZZZZZZZZZ
No todo van a ser libros, ¿no?
TioPiter o el Hombre Tuporaqui.