martes, 5 de mayo de 2009

De asesinas, prodigios, viejos rockeros y más librerías que cierran


Aznar publica nuevo libro y han cerrado otra librería en Madrid.

¿Existe una conexión entre ambos hechos o estamos haciendo un chascarrilo cargado de veneno y demagogia?

No, hay nexo: la crisis.

El libro de Aznar se titula España puede salir de la crisis y lo publica Planeta, como todos los de Aznar. Lo presenta el lunes que viene. No pensamos ir.

La librería se llama Democrazy y acabamos de recibir un mail suyo comunicándolo. Es una librería moderna, de diseño, en Malasaña. Seguirá abierta hasta el 16 de mayo y mientras harán un 10% de descuento. Más información sobre lo que es o lo que era o dónde está en su web. Su director asegura que es un hasta pronto, no una despedida, que volverán cuando "el sonido de la tormenta haya cesado". Ojalá sea así.

Nosotros intentamos buscar ayer algún libro alegre. Alguien nos dijo que le molaba el blog y que estaba bien lo de Céline, pero que por qué no intentábamos hablar de algo que no fuera tan "abismal".

Sí, dijo "abismal" y no "abisal". Abismal es una palabra mucho más bonita. Abisal suena a peces que no tienen ojos o a peces que no tienen ojos pero que brillan en el fondo del océano y a claustrofobia y a submarinos que se quedan atascados allí abajo y a marineros que mueren dentro, asfixiándose poco a poco.

O sea, que lo intentamos. Creímos que La soledad de los números primos iba a ser ese libro alegre que tanto necesitábamos porque se vende como churros y porque lo ha escrito Paolo Giordano, un italiano muy joven y muy guapo.

Pero no. La soledad de los números primos empieza con una niña a la que no le gusta esquiar. Su padre la obliga a hacerlo y ella se caga literalmente en los pantalones y se cae despeñada por un barranco. Luego empieza a hablar de otro niño que tiene una melliza retrasada mental y a la que odia y de la que se avergüenza mucho y con la que sus padres quieren que vaya a una fiesta de cumpleaños.

Y ya lo dejamos porque no era ni alegre ni abismal, ni abisal, y porque no nos enganchó ni nos interesó demasiado. Es ya el segundo intento, pero le vamos a dar otra oportunidad a Giordano porque nos intriga muchísimo el secreto de su éxito.

Y ahora, otros tres libros con buena pinta y que nos apetece leer:

1. Perturbaciones. Varios autores. Editorial Salto de Página: Es una antología de relatos fantásticos, de terror o prodigiosos, con nombres importantes (José María Merino, Cristina Fernández Cubas, Martínez de Pisón, etc), otros menos conocidos pero que valen mucho (Jon Bilbao) y otros por descubrir.

Creemos en este libro porque creemos en Salto de Página, una editorial pequeña y relativamente nueva que está publicando cosas que merecen la pena, como el ya citado Jon Bilbao o como La lista negra, un libro que era igual que éste, una antología de relatos, pero dedicado al género negro y a los autores españoles emergentes. Había algunos muy buenos y el libro en sí tenía una entidad propia, un sentido, no se limitaba a juntar cuatro cuentecitos cogidos de aquí y de allá.

2. Soul man. José María Mijangos. Editorial Lengua de Trapo: La historia de un viejo rockero que trabaja como reponedor en un supermercado hasta que resucita su espíritu más cañero al volver a escuchar una canción suya. Con mucho humor, según dicen, y mucho de crónica del panorama musical español de los años 60. Diego Manrique hablaba ayer de este libro en El País, pero no quisimos leerlo, porque nos dio la impresión de que estaba contando demasiado, vamos, que nos pareció que nos iba a reventar el final.

3. La mala mujer. Marc Pastor. Editorial RBA: Una novela escrita por un mosso d´esquadra y que está basada en el caso real de Enriqueta Martí, conocida como la vampira de Barcelona. La mujer se dedicaba a secuestrar, prostituir y asesinar niños para preparar con sus cuerpecitos supuestos tratamientos destinados a la alta burguesía catalana de principios del siglo XX.

Es curioso porque este año Edhasa ha publicado otra novela que reconstruye el caso: El cielo bajo los pies, de Elsa Plaza.

De Marc Pastor nos llama la atención, entre otras cosas, las citas con las que arranca: Joan Maragall, Poe, la Biblia (en latín) y un breve diálogo de Clint Eastwood en La muerte tenía un precio. Transcribimos:
- ¿Qué nos jugamos?
- El pellejo.
Pues eso, precioso, valiente y sin complejos, como Aznar. O como nosotros.

5 comentarios:

Linus dijo...

¿De verdad existen aún libros alegres?¿Pero alegres de verdad, no cursis? Seguro que también habrá algún final feliz ¿Será la crisis? Da gusto mirar la lista de etiquetas Vilá, eso es calidad.

Juan Vilá dijo...

Sí, Linus, yo creo que sí, que aún existen libros alegres y que no son cursis ni ñoños ni bobos.

Pero ahora mismo no se me ocurre ninguno.

Será la crisis. O será la primavera, qué asco de primavera.

Habrá que seguir pensando.

Anónimo dijo...

Hola amigos. Me habéis rallado con eso de que no había libros felices, me he puesto a pensar un buen rato y no se me ha ocurrido nada! desesperada (y aburrida, estoy en paro) he puesto en goggle "libro final feliz" y me ha salido esto
http://www.lecturalia.com/libro/1160/final-feliz
espero que os leais urgentemente la historia de Mariate, que promete ser fascinante..
Respecto a la primavera, siempre hay tantas bolas volando por todas partes? no están este año más agresivas que nunca?
Será la crisis

anlir dijo...

DEBE existir un libro alegre, alegre en su estructura, es su desarrollo y en su final. Seguro.
Y que no sea basurilla, con todos mis no respetos a la basurilla literaria. Alegre no es pastelón, claro, empecemos por ahí.También me he rallado y pienso, pienso...repaso en mi cabeza. Y no lo encuentro. Voy descartando y descartando, pero DEBE existir.

Hoy le daré vueltas. Anónimo, leeré la hª de Mariate.

De todos modos, si no lo hay, ¿habrá que escribirlo? ¿no?...

Sí. Da gusto repasar las etiquetas de Vilá.

Jaime dijo...

A mí se me ocurren "La felicidad de los ogros" y "El hada carabina" de Pennac. Me parecieron originales (lo de que el protagonista curre como Chivo Expiatorio es enorme), bien escritos y con final feliz.

Boxeo y Tom waits... esto cada vez pinta mejor!