miércoles, 16 de septiembre de 2009

Vampiros, caníbales y arrancacorazones ('True blood', Stephanie Meyer y algo que es mejor no comer)



El lunes empezaron a emitir True blood en Cuatro.

True blood es la serie de televisión que Alan Ball se inventó después de A dos metros bajo tierra.

A dos metros bajo tierra es la segunda mejor serie de la historia.

La mejor serie de la historia son Los Soprano.

Yo en esta vida sólo envidio a la gente que aún no ha visto Los Soprano: me cambiara por cualquiera de ellos, hasta por el más capullo, y me la vería entera de un tirón: unas 86 horas aproximadamente.

No comería, no bebería, no mearía ni cagaría, no dormiría.

Sólo vería Los Soprano y al acabar, lloraría y creería que ya no iba a poder seguir viviendo sin esa gran, inmensa familia.

True blood está basada en las novelas de Charlaine Harris.

Yo no las he leído, pero conozco a un par de personas enganchadas: dos mujeres maduras, inteligentes y con criterio. Me fío de ellas.

Harris es algo así como la anti Stephanie Meyer.

Las dos escriben de vampiros, pero los de Meyer son tontorrones y no follan.

Los de Harris son promiscuos, muy promiscuos, tanto como los vivos, e igual de hijos de puta.

El punto de partida de Harris tiene gracia: los japoneses han inventado una sangre artificial que sastisface todas las necesidades nutricionales de los vampiros sin que tengan que matar a nadie.

Los vampiros entonces, única minoría aún perseguida, empiezan a salir del armario.

Pero la sangre artificial no mola tanto como la de verdad.

Y la sangre de los vampiros da fuerza a los vivos y funciona para nosotros como una especie de droga.

Así que los vivos y los vampiros se pasan todo el día persiguiéndose los unos a los otro para robarse la sangre y follarse.

Eros y tánatos, la vida misma, ya lo dijo Freud.

Intenté ver la serie el lunes.

No pude: me aburrió y me puse a zapear.

La grabé y le dí otra oportunidad ayer: me pasó lo mismo.

Lo mejor son los títulos de crédito: los he colgado arriba: qué bonitas la imágenes, así como descoloridas, tan siniestras, y Jace Everett, que casi parece Chris Isaac, cantando eso de I wanna do bad things with you.

True blood me partió el corazón.

No sé si le daré otra oportunidad.

Me dejó muy triste y sediento, vacío, como si me faltara algo muy, muy importante.

Fui a la estantería y cogí Canibalismo ocasional, de Shiguro Takada y editado por Desnivel, uno de mis manuales favorito sobre la materia.

Abrí al azar y leí:
No, no se bebe la sangre del corazón ni se come la carne de ese músculo para ganar fuerza. Eso es un mito del cazador de ciervos suburbanos que desea sentirse en contacto con la naturaleza. Si suponemos que esto también fue una práctica del antropófago tradicional, para adquirir la fuerza del guerrero enemigo caído, hay que reconocer que los antiguos también cometieron errores. Siento curiosidad por qué hacían esto, ya que el que estaba tieso era el perdedor, y el antropófago, el vencedor, que le había pateado el culo, demostrando ser un guerrero mejor. Yo consideraría tal práctica con gran desagrado, y no me sentiría más cercano a la naturaleza al hacerlo, ni más fuerte.
Evidentemente eso tampoco sirvió para que me sintiera mejor.

Al revés, fui a la nevera y tiré a la basura los corazones de todos los cabrones que había matado durante la última semana.

Me puse un gin tonic, con un poquito de regaliz, e intenté seguir trabajando un rato: tenía un montón de cosas pendientes y hoy me esperaba un día muy duro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

true blood es una basura de serie. tol mundo lo sabe

Anónimo dijo...

¿Basura? Es la mejor serie cómica de la historia. "Independence day" la mejor peli (cómica).

Amónimo dijo...

Anónimo 1 es un listo

Anónimo 2 muy generoso

Saludos

aca dijo...

Yo no sé cómo es esa serie, pero sin duda NADA como "los Soprano", obra pluscuamperfecta. No hay nada como su visión podrida de Nueva Jersey y ese Steven Van Zandt más grande que en la E-street band. No hay nada como ese Tony Soprano con ataques de ansiedad y necesitando a sus chicas, a la Doctora Melfi y a la poliédrica Carmela. No hay nada como la duda constante sobre la lealtad de tu familia, de tus amigos, de los tuyos. Y no hay nada como la ira de la familia Soprano.
Dicho lo cual, ya se lo puede currar la seriecita esa de los lunes.
Saludos a todos los que "regalizan" la Bulldog...

Juan Vilá dijo...

Anónimo 1, a mí tampoco me gustó 'True blood'. Tol mundo lo sabe.

Anónimo 2, yo creo que la mejor serie cómica de la historia es 'Enredos' o 'Búscate la vida'. Y peli, alguna de los hermanos Marx. Supongo que me estoy haciendo muy, muy viejo, pero gracias por exagerar por mí.

Anónimo 3, yo estoy en plan conciliador, pero tú eres un crack.

aca, Los Sopranos son inabarcables. Los pilles por donde lo pilles. Pero sí, qué grandes las chicas. Todas: Carmela, la Dra. Melfi, la vendedora de coches, la amante rusa... ¿Y Adriana?, ¿y la hija de puta de la madre?, ¿y Meadow?...

Y que conste que escribo esto con un regaliz en la boca, aunque me falta la Bulldog y la Fever-Tree.