jueves, 3 de septiembre de 2009

Despegando (Carlos Salem responde y yo juro no violar los sueños ajenos)

Veo, con casi un mes de retraso, que Carlos Salem publicó en su blog (El huevo izquierdo del talento) el comentario que hice sobre su novela, Pero sigo siendo el rey.

No cortó ni una palabra. No lo manipuló. No lo utilizó para dárselas de guay.

Describió este blog como "más que interesante".

E incluyó después la siguiente nota (corto y pego):
Al igual que publico aquí las críticas favorables a mis novelas, me parece honesto hacer lo mismo con las que no lo son tanto. De modo que aquí va, íntegra, la reseña de Juan Vilá en su más que interesante blog "Algo de libros" (arriba, en enlace para visitarlo). Nada que objetar a la opinión de Juan, aunque es obvio que no pienso lo mismo o no hubiera publicado el libro. Hay riesgos que uno necesita asumir aunque se equivoque. En realidad, sí hay dos objeciones más bien matices: cuando intento montar una fiesta en un libro el lector es el primer invitado, de modo que lamento si he sido un mal anfitrión (Lo de Taibo con las cocacolas es cierto!!)
El otro matiz tiene que ver con el rey: nunca intento provocar ni comedirme,sólo escribo. Del rey me interesaba más el Primer Anciano de España que al fin y al cabo, es un anciano como cualquier otro, con mucho por detrás y una niñez de retorno a la vuelta de la esquina. No entro en valoraciones políticas porque eso es material de otras novelas que acaso escriba en otro momento. En todo caso,gracias a Juan por su crítica, cuando señala lo que le gusta y también lo que no
Gracias a ti, Carlos, como te escribí en tu blog cuando lo vi.

Prometo seguir leyéndote.

Pero mañana, no.

Mañana salgo de viaje y, en cuanto aterrice mi avión en Milán, lo primero que haré será recordar a Pavese.

He seguido leyendo sus diarios.

Para entonces, me habré aprendido de memoria lo que él escribió el 29 de abril de 1943.

Seré capaz de recitarlo, del derecho y del revés.

No dejaré ni un sólo segundo de hacerlo:
Cuando llego a un lugar nuevo –nueva región, otra naturaleza, otros usos, otras casas y caras–, me impresionan muchas vistas que, de haber vivido siempre en la región, serían ahora recuerdos de infancia. Por eso tengo la sensación, al moverme, de apartar y violar sueños ajenos.
Lo tendré presente durante toda la semana que pasaré fuera.

No imaginaré otra vida que no sea la mía.

No ambicionaré casas, coches, perros o enfermedades ajenas.

No desearé a otras mujeres.

Ni veré los paisajes, ni me detendré ante ningún cuadro, ni probaré un solo bocado que pueda llevarme a cuestionar la miserable dieta con la que me alimento a diario.

Juro que no violaré los sueños ajenos.

Será maravilloso, igual, igual que en esa vieja canción.

Será como no moverse de casa, pero en plan cosmopolita.

Intentaré, eso sí, escribir alguna que otra postal en este blog, cualquier parida que se me ocurra.

2 comentarios:

DON ZANA dijo...

Sr. Vilá,

Espero impaciente sus "paridas italianas".

Hace bien en ser comedido en esas tierras. No olvide que son "los dominios de Silvio".

Que tenga un feliz viaje, y recuerdos a Ronaldinho. (La aburrida noche barcelonesa es más aburrida todavía desde que él no está).

Amónimo dijo...

Buen viaje, y le ruego nos mantenga informados,

Saludos