domingo, 2 de agosto de 2009

Desgracia

Hay libros que pueden joderte la vida.

Igual que hay libros que pueden salvarte.

Es una idea absurda y supersticiosa.

Seguro que sí.

Pero yo no me la quito de la cabeza.

Digo joderte la vida y no me refiero a deprimirte, o a hacer que te sientas muy mal durante diez minutos, un par de horas, todo el fin de semana.

Hablo de algo más extraño y profundo: como si en lo que estás leyendo se encontrara ya escrito, de alguna manera, lo que va ser tu vida a partir de ese momento.

Puede que el libro en cuestión se limite a anunciarlo.

O puede que el libro sea quien lo provoque todo.

No sé muy bien cómo funciona.

Por suerte, hay muy pocos libros así.

Quizá cada uno tenga el suyo, su propio libro fatal, esperándole en alguna estantería.

Yo sé de un libro que mató a una persona.

O que anunció su muerte.

Y sé de un libro que me jodió la vida.

El mío se llama Desgracia y lo escribió J. M. Coetzee.

Es la historia de un hombre que se dedica a cuidar de los perros muertos.

El viernes estrenaron la adaptación cinematográfica que han hecho de él.

Por supuesto no pienso ir a verla.

Ni leeré nunca más a Coetzee.

5 comentarios:

Fernando dijo...

Unas ideas muy originales y c, in embrago, ciertas. Qué importante es comenzar un libro y, si tu mente y tu corazón lo desean, tirarlo de inmediato y ni siquiera arrinconarlo en una estantería. Un saludo afectuoso.

Anónimo dijo...

Y lo misno se podría decir de las canciones (de las canciones que te joden la vida, claro).

Juan Vilá dijo...

Sí, Fernando, hay que tirar los libros.

Algunos libros.

Y a veces, todos.

Olvidarse una temporada de ellos.

Y sí, Anónimo, a mí me joden la vida los tangos, por ejemplo.

Escucho uno y me gafan el día.

Pura superstición.

Anónimo dijo...

no en vano el maestro carvalho se pasó la vida quemándolos.

Anónimo dijo...

Bueno, la peli es muy dura y sugiere mucho más de lo que muestra, parece ser la típica peli que ni de lejos ensombrece la novela en la que se basa...
qué jodida es la vida en Africa, jodida de verdad, sin aditivos