domingo, 18 de abril de 2010

Un jinete misterioso busca venganza... (sobre 'Aliento a muerte', de F. G. Haghenbeck)


Leo Aliento a muerte, de F. G. Haghenbeck y editado por Salto de Página.

Aliento a muerte es la historia de una venganza: la de Adrián Blanquet, que tras perder una guerra, vuelve a casa y se encuentra que han matado a su padre y a su mujer.

La guerra que ha perdido es la que enfrentó a los partidarios del emperador Maximiliano I con las tropas republicanas en el Méjico de mediados del siglo XIX.

Aliento a muerte tiene algo, o mucho, de western crepuscular: un jinete al que todos creen muerto llega a un pueblo, que también parece muerto, sobre su caballo negro y famélico, etc.

Aliento a muerte a ratos se convierte en un thriller ultraviolento, quizá porque lo primero que hace ese mismo jinete es cortarle los huevos a uno y metérselos en la boca.

Y también Aliento a muerte recuerda a una novela histórica. Novela histórica, eso sí, con espíritu de cómic. O si prefieres, novela histórica traviesa, porque explica muy bien ese momento de la vida de Méjico, aunque lo hace inventándose una exposición de cuadros que no existen pintados por autores que tampoco existen.

Pero sobre todo, Aliento a muerte está lleno de sorpresas, de caprichos y de cierta ironía, de giros inesperados de la historia, de momentos en los que te das cuenta de que nada es lo que parece o lo que tú esperabas, de cocineros enanos y aficionados a los jovencitos que en su día trabajaron para P. T. Barnun, y hasta de prostitutas adolescentes, perversas y además, siamesas.

O sea, muy curioso, muy divertido, pelín retorcido (sólo, pelín) y con momentos estupendos.

¿Y no se le va la mano al autor?

Sí, claro, de tanto dar vueltas y más vueltas, el final se le acaba yendo y le queda un poco pasado de rosca.

Pero da igual, no molesta demasiado.

Y mejor asumir riesgos que contar siempre la misma historia.

Por cierto, hablando de asumir riesgos, una versión del Born Slippy, a cargo de un grupo que no conocía y del que hoy me han hablado. Aún no sé si me gusta, pero su nombre casi me ha hecho llorar: Get Well Soon.

Feliz semana a todos (y gracias, mil, mil gracias a quien me lo ha recomendado y también a quien ha sacado su móvil de última generación y con pantalla táctil para apuntar eso tan bonito: GET WELL SOON).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues eso, D. Juan Vilá, get well very, very soon.

Feliz semana para todos

Anónimo dijo...

un poco repetitivo, tanto cruce de Shibuya...
muy interesante libro, sin duda.
Gracias y buen comienzo de semana

Anónimo dijo...

GET WELL SOON, para tí, Juan y para el desubridor del grupo. Gracias a los dos por compartir amor, sí, amor, en una tarde de domingo en la ciudad.
Sin dramas, ya lo sabemos, pero es tan bonito "compartir" con quien quieres y cuando se está lejos se extraña, se echa de menos tanto...
Otra vez mil gracias y muchos besos.
Buena semana para todos...