martes, 27 de abril de 2010

Nuevas visiones del apocalipsis (sobre 'Dios ha muerto', de Ron Currie)


Leo Dios ha muerto, primera novela de Ron Currie, editada por Seix Barral y traducida por Pedro Donoso.

Dios ha muerto empieza muy bien: Dios decide reencarnarse y lo hace en el cuerpo de una mujer africana que busca a su hermano en un campo de refugiados de Darfur.

Colin Powell anda por ahí, muy cabreado porque Bush nunca se le pone al teléfono y porque le han elegido Secretario de Estado sólo por ser negro pero por eso mismo también le odian y le desprecian, y encima los sudaneses le ven tan blanco que ni siquiera le consideran negro.

Colin Powell, con su gran todoterreno, su aíre acondicionado y su ejército de guardaespaldas, ve a la mujer y aunque no sabe que es Dios, decide ayudarla, pero lo lía todo aún más, y a ella, o sea, a Dios, la matan y vienen unos perros y se lo comen y los perros empiezan a hablar y le dicen a todo el mundo que se han comido a Dios y que sabía muy mal y que ya está, que Dios ha muerto.

Un gran principio, porque además es un Dios impotente, y horrorizado ante el mundo que ha creado, y con una herida en la pierna llena de gusanos, y que se siente culpable, y que sufre el calor, y que intenta hacer algo por los hombres, darles de comer, por ejemplo, pero que ni siquiera eso puede.

A partir de ahí, Currie nos cuenta qué pasa en el mundo después de conocerse la muerte de Dios a través de distintas historias, que bien podrían funcionar como relatos independientes, con distintos personajes y distintos planteamientos.

Hay suicidios, hay historias de amor, hay gente que busca sustitutos de Dios y hay guerras, pero ya no por motivos religiosos sino por cuestiones filosóficas: los psicoevolucionistas contra los antropologistas posmodernos.

A veces es muy violento y a veces te ríes.

A veces también tienes esa sensación que se tiene siempre ante las buenas historias de ciencia ficción: sabes que, en el fondo, de lo que te están hablando no es ni de marcianos ni de otras dimensiones, sino de ti y del mundo que te rodea.

A veces, incluso, este Currie tiene ideas tan buenas, tan lúcidas y tan disparatadas que hasta te recuerda a Chuck Palahniuk.

Pero a veces se vuelve un poco tostón y de las nueve historias del libro algunas son muy flojitas.

Y cuando ya llevas un rato con esa sensación tan desagradable y tan triste, y empiezas a mirar cuantas páginas faltan para que se acabe, y la decepción parece que se lo va a llevar todo por delante y te va a dejar un mal sabor de boca, entonces, ya que estamos hablando de Dios, ocurre el milagro.

Sí, el milagro, un relato o capítulo final que se llama Retirada y que es lo mejor de todo el libro, mejor incluso que el principio, uno de los mejores relatos de ciencia ficción que he leído en mucho tiempo. Grande, inmenso, fantástico.

Respiras aliviado, sonríes y te dices a ti mismo: ¿cómo podría digerir yo esto?

Y te acuerdas del último vídeo de M.I.A., del que hablaban hoy en uno de los blogs de El País, y comprendes que sí, que los dos, el vídeo y Currie, tienen el mismo espíritu, aunque donde el vídeo pone música, Currie va y pone su sentido del humor.

Muy bueno este Currie, muy diferente, habrá que seguirle la pista.

M.I.A, Born Free from ROMAIN-GAVRAS on Vimeo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

joder con el video! tengo los pelos de punta.