martes, 5 de enero de 2010

10 libros para 2010 (primera parte: Adolf Hitler, Kate Moss y el perro rabioso)


Sí, el perro rabiosos es James Ellroy, el señor de la foto.

Le llaman así: el perro rabioso de las letras americanas.

Y a él le gusta.

Le gustan también los perros.

El bull terrier con el que aparece es suyo.

Cuenta su antiguo editor, Enrique de Hériz, que cuando Ellroy vino a España de promoción, iba saludando a los perros por la calle. Y luego, llamaba al suyo desde la habitación del hotel, y le ladraba, y le gruñía, y aullaba, y así se mantenía en contacto con el bicho para que no le echara tanto de menos.

Poco después, Ellroy se divorció y la ex mujer se quedó con la custodia del perro.

No hay derecho. A un hombre se le puede quitar todo: el dinero, la casa, la reputación... Todo menos su perro.

Y ahora, ya en serio, la primera de las apuestas, o de los libros destacados del año, o los que a mí me apetece leer: Sangre vagabunda, de James Ellroy, esperadísimo final de su Trilogía Americana, una especie de historia oculta de Estados Unidos desde finales de los 50 hasta principios de los 70, con los Kennedy, toda la corrupción política de la época, la mafia, el FBI y, en este caso, los conflictos raciales.

Los tres protagonistas de la novela son: el matón preferido de Edgar Hoover, un ex policía reconvertido en traficante de heroína y un detective privado bastante chungo.

O sea, todo muy violento y cargado de testosterona, puro Ellroy.

Sólo que ahora le ha costado ocho años acabar el libro.

¿Para bien o para mal?

Los lectores de Amazon (66 opiniones) le dan tres estrellas y media sobre cinco.

Ediciones B lo publica en España el 13 de febrero.

Yo, por cierto, he robado la foto que encabeza esta entrada de culturaimpopular.com, blog de Es Pop Ediciones, dónde se habla de Ellroy pero también de Schulz, Cormac McCarthy, etc.

Y los aficionados a la novela negra también tendrán en febrero lo nuevo de Fred Vargas, Un lugar incierto, en la que el comisario Adamsberg se enfrenta al misterio de 17 zapatos con 17 pies cortados dentro. O Canciones de sangre, la segunda novela de Jake Arnott, que publica Mondadori en enero.

Segundo libro que apetece, o con buena pinta, o segunda apuesta. Esta vez una curiosidad histórica y con un punto macabro, la biblioteca privada de Hitler analizada y desmenuzada por un investigador que ha trabajado en ella durante seis años, tras descubrirla en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

Timothy Ryback cuenta en Los libros del Gran Dictador todos los título que encontró. Y mucho más que eso: qué fragmentos estaban subrayados, qué notas había en los márgenes, para qué utilizó Hitler cada libro, cómo pudieron influirle, etc.

Y hasta un descubrimiento asombroso: un pelo del bigote más famoso de la historia, atrapado durante más de 50 años entre las páginas de uno de esos volúmenes.

Publica Destino el 16 de febrero.

Tres: Este viernes se cumplen 20 años de la muerte de Jaime Gil de Biedma y se estrena El cónsul de Sodoma, la película que pretende reconstruir su vida.

Da un poco de miedo, la película, aunque también apetece verla.

Y da un poco de miedo lo que se nos puede venir encima, aunque tampoco creo. Y en todo caso, puede estar bien si, por ejemplo, nos trae la correspondencia del poeta, un volumen de más de 400 páginas que editará Lumen con el título de El argumento de la obra.

Para comprarlo, hojearlo o robarlo habrá que esperar hasta el 19 de marzo.

Cuatro: Notas al pie en Gaza, de Joe Sacco. Edita Mondadori también el 19 de marzo.

Sacco es periodista y dibujante, lo que le permite plantear sus reportajes en forma de cómic.

En este caso, investiga una matanza de civiles palestinos ocurrida en 1956 en dos campos de refugiados, con testigos, documentación de la ONU, etc. Y al mismo tiempo, recoge su experiencia personal sobre el terreno en la actualidad.

Ojalá sirva para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó Vals con Bashir, ese otro cómic parecido, y magistral desde el punto de vista visual y narrativo, pero tan cuestionable politicamente.

Cinco: Kate Moss Machine, de Christian Salmon. Lo edita Península el 15 de abril.

Quizá sea sólo otra curiosidad, pero plantea una pregunta curiosa: ¿es Kate Moss el icono que mejor representa el capitalismo contemporáneo?

Salmon, por supuesto, cree que sí, que ella encarna el espíritu de nuestro tiempo mejor que nadie.

Corto y pego del mail de la editorial:
Elegante, sofisticada, arrabalera, macarra, niña buena, mujer perversa, andrógina, sensual, basta ver su último anuncio «Parisiense» para Yves Saint Laurent para entender que estamos ante una figura mediática llena de todos los valores que el capitalismo de ficción trata de impulsar desde los años 80.
En la próxima entrada, o en la siguiente, cinco libros más, todos, o casi todos, novelas.

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