lunes, 20 de abril de 2009

Me acuerdo (Apuntes sobre 'Me acuerdo' de Joe Brainard y el fin de semana)


- Me acuerdo de lo que pensé la primera vez que oí o leí algo sobre este libro: otra gilipollez posmoderna. Un tío va diciendo: me acuerdo de no sé qué, me acuerdo de no sé cuántos, me acuerdo de tal y me acuerdo de Pascual... Así una y otra vez hasta llenar 146 páginas en la edición que acaba de sacar Sexto Piso. Y todo, para contarnos su vida (infancia y juventud) y su tiempo (los Estados Unidos de los 40, 50 y 60).

- Me acuerdo de la fabada que me comí el viernes y de lo mucho que me reí. (Gracias, Supercolega Dabajo. Y gracias mujeres de Melilla.)

- Me acuerdo de lo que dice Paul Auster (bueno, no me acuerdo pero lo copio de la contra): "Me acuerdo es una obra maestra. Los libros supuestamente más importantes de nuestro tiempo serán olvidados uno tras otro, pero la pequeña y modesta joya de Joe Brainard perdurará".

- Me acuerdo de que cogí el libro porque quería algo "ligerito" para leer en el metro.

- Me acuerdo de que Georges Perec (un escritor francés que ahora también se ha puesto muy de moda) hizo su propia versión y escribió un par de años después un libro igual, pero que no se llamaba I remeber, sino Je me souviens.

- Me acuerdo de lo mucho que me gustó el mensaje de Anónimo a la entrada del viernes. Eso es nivel. Y la interpretación que hizo ayer Anegit del tríptico de Bacon.

- Me acuerdo de la gracia que me hizo un fragmento del libro que dice: "Me acuerdo de una placa colgada en la pared encima del televisor que decía: «Dios bendiga nuestra casa hipotecada»". Ojalá lo hubiera leído hace cinco años, cuando todo el mundo amaba sus casas y sus hipotecas, y quizá también a Dios. Podría haberme convertido en emprendedor, fabricar millones de placas idénticas e hincharme a venderlas. Incluso podría haber conseguido que me subvencionara el Ministerio de la Vivienda. O una constructora. O un banco. O si no, la Iglesia.

- Me acuerdo de que ya he instalado el Google Analytics y de que sé que sois cuatro pringados (o quizá alguno más) los que leéis esto. Pero yo os quiero a todos.

- Me acuerdo de lo mucho que me gustó un fragmento en el que Brainard cuenta como un chaval le llevó a un banco. Abrió una caja de seguridad, sacó una pistola y le pidió que se bajara los pantalones. Y sigue contando un poco más. El colega sólo tenía once años. Es lo mejor del libro.

- Me acuerdo de que el sábado alguien me preguntó por qué escribía el blog en segunda persona del plural. Y creo que le contesté que era plural mayestático. "Porque nosotros aspiramos a ser como el Papa", le solté o algo por el estilo. Pero mentí, en realidad es porque odiamos eso del yo. Yo, yo, yo, yo dice todo el mundo. Y nos agota. Y es mentira. Y nos sobran tantos yos, o yoes, o como se diga.

- Me acuerdo de que Me acuerdo, después de leerlo, no me pareció una gilipollez. Es más bien, pongámonos también posmodernos, una "experiencia lectora". Oscila entre lo curioso y lo irritante. A veces, casi todo el rato, las dos cosas a la vez. Pero no llega a convertirse en un rollo hipnótico, como debería ser, o como a nosotros nos hubiera gustado.

- Me acuerdo de todas las copas que me tomé el sábado. Y de todos los años que llevaba sin ver a David y Fernando. Y de cómo me gustan los bares sórdidos. Porque ya no tenemos ni edad ni ganas de frecuentar los garitos modernos pero sí esos otros a los que van los policías y las putas al terminar su jornada de trabajo.

- Me acuerdo también de lo que pasó el sábado después, cuando volví a casa, pero eso no lo voy a contar.

8 comentarios:

aca dijo...

pues claro que somos pringaos...y además tímidos. Vilá, vaya caña das siempre, tontín

DON ZANA dijo...

Me desconcierta usted, Sr. Vilá. Sus interesantes palabras no se me hacían propias de alguien con una vida social tan intensa, sino más bien de un ratoncillo de biblioteca encerrado entre libros y con pocos amigos. ¿De dónde saca usted tiempo para leer tantísimo y además comer fabadas, tomar copas, ir a bares sórdidos, etc...?. Perdón, quizá mi pregunta sea impertinente. La verdad es que está usted en su derecho. No faltaba más. Pero, no sé... me lo imaginaba más "gafotas".
Por otro lado, me parece una idea estupenda lo de las placas de bendición de casas hipotecadas. Creo que habría sido un gran negocio. Incluso podríamos ofrecer, con un pequeño sobreprecio, bendiciones personalizadas del propio Papa (como en las bodas de los ricos). En fin, quizá algún día nos encontremos y podamos perfilar el "business plan", aunque lo veo complicado, porque no frecuento bares de policías. Sin embargo, los de putas... ¿le he dicho alguna vez que estoy muy solo?.
Por último, decirle, una vez más, que compraré y leeré el libro que propone. Y si me gusta, volveré a esta entrada (que ya estará caducada) a contarle con mucho gusto mis impresiones.

Linus dijo...

¿Quién es el Papa?

Juan Vilá dijo...

Linus, el Papa es un señor muy importante. Vive en Roma, suele vestir de blanco y a veces, lleva zapatos rojos de Prada.

Prada es una marca muy cara.

Más sobre el Papa en wikipedia:

http://es.wikipedia.org/wiki/Papa

Espero haber resuelto tu duda.

Linus dijo...

Ahh ese de blanco!! Gracias me quedo más tranquilo.

Anónimo dijo...

me parece que tomás un poco a la ligera este tipo de obras. hay que ubicarlas en su época, y sobre todo dentro de la vanguardia, al menos en Perec. uno puede hacer una lectura de esa época a través de la obra, ver de que manera se configuraba el presente. esos "Me acuerdo" son un registro único (tan únicos como los que escribiste vos). inclusos algunos de esos "Me acuerdo" son hoy incomprensibles, incluso para los traductores.
te mando un saludo

Juan Vilá dijo...

Anónimo,

Tienes razón: sí que me lo tomo a la lígera, este tipo de obras y casi todas, en general.

Esto no es un blog de crítica literaria ni nada por el estilo.

Se leen libros y se comentan, o se comentan los libros que se quieren leer, o se busca cualquier otra excusa y se acaba hablando de libros.

Yo es que creo que ponerse a hablar de la vanguardia ahora no le interesa a nadie (o a muy pocos). Y sus libros, en cambio, quizá sí.

En todo caso, me interesaría e igual lo hago algún día hablar de los motivos por los cuales se recuperan ahora tantos libros posmodernos. Y muchos escritores contemporáneos adoptan fórmulas posmodernas.

Respecto a Perec no digo nada, sólo que hizo su propia versión del libro y que es un autor que se ha puesto de moda. No juzgo su Me acuerdo porque no lo he leído.

Y lo que tu expresas como "hacer una lectura de esa época a través de la obra, ver de que manera se configuraba el presente", yo creo que lo digo nada más empezar con esta frase: "Y todo, para contarnos su vida (infancia y juventud) y su tiempo (los Estados Unidos de los 40, 50 y 60)".

Son maneras distintas de leer, de decir y de vivir, como cantaba Rosendo.

Gracias por tu comentario y espero que nos sigas leyendo,

Juan

ZINDO dijo...

me tomo el pequeño atrevimiento de recomendar dos "W o recuerdo de infancia" de georges perec(era ese del que hablabas? o "tentativa de agotar un..."?) que aunque no parece gustarte mucho vale la pena y mi de James Ellroy "mis rincones oscuros" que aunque parece no gustar demasiado a mi me resultó