jueves, 16 de abril de 2009

Nazis, negros y un mundo en guerra permanente (o un poquito de no ficción)


Nosotros somos más de novela. O de cuentecitos

Y nos hace mucha gracia todas esa gente que se pone muy seria y dice que sólo lee libros de historia o biografías o ensayos, que lo de las vidas inventadas no merece la pena.

Es extraño lo de las vidas o las historias inventadas. Están en todas partes, en todas la culturas, en uno o en otro formato. Naces y lo primero que hacen es contarte un cuento, a ser posible que dé mucho miedo aunque luego acabe bien, porque si no, no puedes dormirte.

O la Biblia. O cualquier otro mito o relato del origen.

Todo son cuentecitos e historias inventadas: las películas, las series de televisión, los culebrones...

Nuestras propias vidas también.

No, no te asustes, no vamos a ponernos metaliterarios ni tostones.

Hablamos de todas esas historias y cuentecitos que nos contamos a nosotros mismos para poder seguir viviendo, para inventarnos una identidad, para saber quienes somos, qué debemos hacer, qué se espera de nosotros.

Preciosa reflexión mañanera (para nosotros es muy de mañana, aún estamos desayunando). Esperamos no haber dormido a nadie.

A lo que íbamos, hoy tres libros que tienen muy buena pinta pero que no son novelas.

1. La era del guerrero. Robert Fisk. Ed. Destino. Qué pena, que desprestigiado está el periodismo, cuánta mentira, cuánta tontería, cuánto interés bastardo. La mayoría de medios parecen el brazo armado o los hooligans de uno u otro partido político. Y mientras, metido cada cual en sus batallitas, la realidad no aparece por ningún lado. Por eso, vas y te encuentras con un periodista de verdad y te quedas sin habla.

A nosotros nos pasó con Robert Fisk en 2003, poco antes de que empezara ese desastre monstruoso, repugnante y lo más aterrador, chapucero, que solemos llamar La Guerra de Irak. Leímos este artículo y ya nos enganchamos a él.

Fisk lleva más de 30 años como corresponsal en Oriente Medio. Lo ha visto todo, ha entrevistado a todos y lo ha contado como nadie. No es un corresponsal de guerra, pero dada la zona en la que está, no ha dejado ni una sin cubrir. Queremos decir, y por supuesto no todos los corresponsales de guerra son así, que no es uno de esos geyperman que tan bien quedan en televisión ni un amoral ni un cínico ni un tonto del haba con afanes suicidas. No ha caído allí por casualidad, sabe muy bien de lo que habla y es capaz de pensar, sí, además de contar y describir, intenta explicar, analiza las causas, las posibles consecuencias, enmarca esos hechos en un marco global e histórico...

¿Otra razón para leerlo?, ¿un cotilleo, una anécdota? El actor John Malkovich dijo en cierta ocasión que le encantaría matarle. Las razones las explica Fisk aquí (lo sentimos, está en inglés, pero si googleas, seguro que encuentras algo en español al respecto).

Destino ahora publica esta recopilación de artículos de los últimos años sobre Irak, Palestina, Líbano... O sea, sobre el estado de guerra permanente que vive la zona y sin el cual es imposible entender nuestro mundo y el conjunto de intereses y disparates que lo rigen.

De todas formas, si quieres ahorrarte el dinero, encontrarás un montón de artículos suyos, puede incluso que todos, en Rebelión.

Y bueno, esto se nos ha hecho muy largo y creemos que Fisk se merece una entrada para el solito. Incluso cinco o seis. Lo dejamos aquí.

Mañana más. Quizá los otros dos libros, quizá alguna otra cosa. Será viernes y ya veremos por donde salimos.

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