jueves, 19 de noviembre de 2009

El noble arte de descuajeringar libros (más sobre el libro electrónico)


Ayer me desperté con una noticia sorprendente: el 8% de la producción editorial española es libro digital, cito textualmente el titular de El País.

Luego me enteré que la cifra la había dado la ministra de Cultura y ya me quedé más tranquilo: no había que creérsela.

O sea, no había que molestarse en buscar ese 8% de libros porque seguramente no serían libros, sino publicaciones e incluirían el BOE, o artículos científicos, o cualquier otro truco para que la ministra y eso que llaman industria editorial, puedan darse un poco de bombo y creer que son muy, muy modernos y quedarse tranquilísimos mientras su mundo ha empezado ya a venirse abajo.

Por la tarde, y también en El País, leí por fin algo inteligente y real sobre la situación del libro electrónico en España.

El que hablaba era Juan González de la Cámara, fabricante de los lectores de libros electrónicos Papyre. Corto y pego:
Cuando empecé en el negocio fui con mi invento a diferentes grandes compañías. Ninguna se interesó. Sin embargo, sí lo hicieron y lo venden muy bien en las secciones de electrónica. Esto indica que el mercado va más rápido que el sector, pero también que se abre una puerta a la piratería.
Y más adelante en el mismo artículo:
Estamos cometiendo los mismos errores que la industria musical. La gente ya tiene el hábito de no pagar. Ganaremos los juicios pero no al usuario.
En ZonaEbook.com, para mí, una de las referencias indiscutibles en cuanto a libros electrónicos en España, con foros, análisis de aparatejos y, al menos, una noticia diaria relacionada con el tema, encontré este dato en su primera crónica de la Feria del Libro Digital de Madrid:
España es el país donde hay más piratería después de China, lo que le ha costado que le saquen los colores al Presidente Zapatero en varias ocasiones en sus viajes al extranjero, por lo visto una de las veces fue en la entrevista con el Presidente Obama de EE.UU.
Seguí el periplo porque tenía un huevo de trabajillos de mierda que acabar y ningunas ganas de enfrentarme a ellos.

Salté a lectoreselectrónicos.com, parecida a la anterior web: no tienen tantas noticias, pero sí un maravilloso foro para descargarte libros en formato electrónico.

Allí encontré esta historia que define muy bien la realidad del libro electrónico en España: lo inteligentes, encantadores y generosos que son sus lectores.

Y lo mal que lo están haciendo editores, distribuidores y demás.

Alguien en el foro, le llamaremos 1, pide Las benévolas, de Jonathan Little, una novela de unas 1.000 páginas que en 2006 ganó el Goncourt.

Otro lector, le llamaremos 2, se suma a la petición pero introduce un matiz muy interesante: él ya tiene el libro en papel y "pasa de cogerlo porque se desloma".

Aparecen dos lectores más, 3 y 4, que también tienen el libro en papel pero quieren leerlo con su Kindle, Sony Reader, Papyre o lo que sea.

El quinto lector, 5, hace una oferta: le regala el libro en papel a quien tenga tiempo y ganas de escanearse las 1.000 páginas.

Otro, 6, acepta el reto: dice que tiene un aparato que se ventila las 1.000 páginas en un cuarto de hora. Él sólo tiene que desencuadernarlo, cortar y meter la hojas en el alimentador automático del escáner.

5 compra el libro, se va a correos y se lo manda a 6.

6 también cumple su palabra, lo escanea y lo cuelga en cuatro formatos distintos: pdf, doc, lrf y fb2.

Todos dan las gracias y todos se quieren.

¿Todos?

No, uno expresa cierta inquietud: ¿de verdad has tenido que cargarte el libro?, ¿lo has roto del todo?

6 responde:
Si eres usuario de lectores electronicos, deberías haber hecho ya el cambio y entender que lo que importa es el contenido, no el continente. Diabolic

Lo que he hecho es facilitar la lectura de un texto contenido en una encuadernación en papel para que pueda disfrutarlo el propietario del libro en papel (que no leia por no ser manejable) al digitalizarlo. A la vez lo disfrutará mas gente.

Una vez extraida el "alma" del libro lo que queda ya es papel para reciclaje. ¿donde esta lo drástico? Nu am inteles

Darko, aún te queda algo de fetichismo por los libros en papel, haztelo mirar.
Impecable.

Y además, cuelga una foto preciosa como prueba: Las benévolas descuajeringadas y su nueva versión en un Sony PRS-505.

Todos vuelven a quererse, se dan unas palmaditas en la espalda y se ponen corriendo a leer el libro. O, al menos, lo intentan, porque yo no conseguí pasar de la cuarta página.

(La conversación completa del foro y la foto aquí)

Moraleja: ¿no hubiera sido más fácil que 1, y quizá 2 o 5, se compraran el libro en formato electrónico y se ahorraran todo lo demás?

Sí, pero es que eso es imposible: los editores y los ministros hablan y hablan, se asocian, organizan congresos.

Hacen incluso eso tan peligroso y que sólo pone en evidencia su impotencia: buscan un modelo de negocio.

Pero no terminan de arrancar.

Y mientras, la vida sigue y se los lleva a todos por delante.

Como las discográficas.

Ayer incluso veía una web curiosísima: en la portada tenía la lista de los diez libros más vendidos por El Corte Inglés (Saramago, Dan Brown, Larsson, Mankell...) y un enlace para descargártelos. Sólo le faltaban dos: el Planeta, que acaba de salir, y otro, que también debe ser nuevo.

En un par de días estarán los diez.

Por supuesto, no intentes comprarlos de forma legal porque es imposible.

El Corte Inglés, en cambio, ya vende su propio lector de libros electrónicos.

Y a mí, me pasa lo mismo siempre que hablo de estos temas, no sé si me gusta o no: aún creo en la labor de algunas editoriales y de casi todos los libreros.

¿Y los escritores?

Pobres: se llevan sólo un 10% del precio del libro. Si la obra pasa al formato de bolsillo, única forma de que sobreviva al cabo de unos meses, el margen se reduce a un 5%. De todo eso, su agente se queda el 10%.

Y si no tienen agente, ya pueden darse por jodidos: lo más probable es que la editorial les engañe aún más con la cifra de venta cuando hagan la liquidación.

Al final, creo que los escritores que logran vivir de sus libros no llegan al 4%.

Quizá a ellos sí que les venga bien el cambio en el modelo de negocio.

Suponiendo que aún exista algo así como un modelo de negocio.

(Algunos, en los comentarios y vía mail, han preguntado por Jaime San Román y la foto que colgué ayer suya. A mí, Jaime me mola: es muy cabrón, sabe mirar, nunca te deja frío. En su flickr puedes ver más: www.flickr.com/photos/jsanro)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me inquietan mucho estas cosas que nos cuentas de los libros electrónicos. Me encanta la idea esa de los conocimientos gratis y accesibles para todo el mundo, pero a mi, como a uno de los participantes del foro, me espanta la imagen del libro descuartizado y fagocitado por el escaner...

Juan Vilá dijo...

Entiendo que duela, pero en este caso me parece un buen final para el libro.

Creo que es peor y mucho más triste el destino de todos esos libros, y los hay muy buenos, que no llegan a salir del almacén o que acaban en la trituradora de papel porque nadie ha querido comprarlos.

Supongo que los libros son como las personas: muy pocos consiguen un hogar calentito, alguien que les quiera y les valore, y una bonita estantería en la que acumular polvo.

No somos nada.

Pero hoy es viernes, así que a divertirse.