lunes, 12 de noviembre de 2012

'm', la novela






Anunciamos novedades (primero aquí y luego aquí) y parece que ya han llegado.

Novedades o mejor, una sola noticia con un nombrecito muy corto, tan corto como m.

m es una novela que ya está impresa y a punto de llegar a las librerías.

m la ha publicado una editorial nueva, Piel de Zapa, nueva pero con un gran y estupendísimo bagaje por parte de sus responsables.

Aunque mejor seguimos hablando de m en su blog: elblogdelanovelam.blogspot.com

Allí te cuento un poco más y en breve espero colgar el arranque de la novela y todo lo que vaya surgiendo.

Si te interesa o te interesaba este blog, puede que m también te guste. Son dos historias muy distintas, pero en el fondo tienen mucho en común.

martes, 6 de noviembre de 2012

'm', las inminentes novedades que anunciamos en la última entrada se llaman 'm'...

m de matadero.

m de multiverso.

m de matriz o de maternidad.

m de megalomanía.

m de mierda.

m también de teoría M:



Por favor, sigan atentos, si es que aún queda alguien ahí fuera, ya falta menos...

viernes, 19 de octubre de 2012

Pronto puede haber novedades

Por favor, permanezcan atentos.



lunes, 12 de marzo de 2012

Sobre 'Un buen detective no se casa jamás', de Marta Sanz


Desde que dejé el blog he engordado.

Y he perdido un montón de pelo.

También han pasado cosas buenas.

El viernes, por ejemplo, recibí el nuevo libro de Anthony Bourdain. Se llama En crudo.

Y el jueves alguien me dijo: si vuelves a abrir el blog, hacemos una fiesta.

A tanto no creo que llegue, pero ya me he tomado un par de cañas a su costa.

Así que le debo una entrada.

Hablemos de algún libro.

Del mejor que he leído en los últimos meses.

Se llama Un buen detective no se casa jamás y lo ha escrito Marta Sanz. Lo edita Anagrama.

Un buen detective no se casa jamás es la continuación de Black, black, black.

Marta Sanz retoma a su detective Arturo Zarco.

Le saca de Madrid con el corazón roto (dice él) y se lo lleva a una ciudad de la costa valenciana, una especie de Benidorm, aunque en ningún momento se llega a concretar donde están.

Va a ver a Marina Frankel, una vieja amiga con mucha pasta, y se queda en casa de su familia: con la hermana gemela de Marina, su tía, el marido podólogo de su tía, un par de niñas también gemelas y Charly, la mucama.

Del argumento, mejor no contar más.

Un buen detective... no es una novela negra, como señala su autora, a pesar de que hay en ella un detective y un misterio que poco a poco iremos descubriendo.

Un buen detective... es más bien un cuento de hadas, como también señala su autora.

Hay mucho de alucinación, delirio o pesadilla en Un buen detective...

Hay cierta bruma o niebla que lo envuelve todo y hace que las cosas se desdibujen y pierdan consistencia.

Hay también algo muy siniestro y peligroso detrás de esa bruma, hay una amenaza que se intuye y que tarde o temprano se lo acabará llevando todo por delante.

Hay catarsis y hay lucha de clases.

Pero es que la vida de la gente rica es un poco así.

Y cada vez más.

Ricos y ordinarios son estos personajes.

Nada pijos ni estreñidos.

Porque lo que sí es Un buen dective... es una novela roja.

Pero novela roja al estilo de Marta Sanz.

O sea, a lo bestia y nada estreñida tampoco.

Cuando uno empieza a leer Un buen detective... lo primero que piensa es en lo bien que se lo ha debido pasar Marta Sanz escribiéndola. Se la ve muy cómoda, muy irónica, muy lírica.

Lírica en el mejor sentido posible, nada cursi. Todo lo contrario, con un punto a veces terrible, otras escatológico, en ocasiones grotesco...

Pero enseguida Un buen detective... se transforma en algo distinto. Ese sentido lúdico, esa mezcla de ironía y lirismo, se convierte en una seguridad absoluta.

Ya no parece que escriba divirtiéndose, sino ensimismada, un poco como si hubiera entrado en estado de trance. Supongo que eso tiene que ver con su capacidad para mantener el tono a lo largo de toda la novela (con la excepción de un capítulo mucho más sobrio) y con la acumulación de imágenes potentísimas, metáforas deslumbrantes y otras barrabasadas por el estilo. Un chorreo que va construyendo un texto sólido, solidísimo, incuestionable, sin una sola grieta o fisura. Y lo que es aún más importante: con efectos hipnóticos.

O entras o no entras en Un buen detective... Si te quedas fuera, tú te lo pierdes. Pero si aceptas el reto que te propone Marta Sanz, ya solo queda dejarte arrastrar por ella y seguirla asombrado y con los ojos muy, muy abiertos para no perderte ni un solo detalle de ese mundo que va creando con cada palabra, con cada frase, con cada coma. Y en el que nada es lo que parece. Habrá que esperar al final para descubrir qué es lo que de verdad ha pasado y quienes son los auténticos protagonistas de la historia.

Un buen detective... es un libro lúcido y rabioso, extraño y exigente, muy exigente. Toda una experiencia que se atreve a meterse en mil charcos y asumir mil riesgos.

Una última cosa: si Un buen detective... tiene valor por sí mismo, más valor tiene en relación con Black, black, black. El uno enriquece al otro y, al mismo tiempo, son muy distintos. No es que haya una evolución o una superación de Black, black, black. Tampoco hacía falta. Pero sí hay un salto, un afán por despegarse y por buscar caminos distintos.

Al final, lo que te quedan son ganas de más y también una pregunta: ¿qué va a ser lo siguiente?, ¿hasta dónde va a llegar Marta Sanz con su próximo libro?

domingo, 24 de abril de 2011

Resaca de Sant Jordi 2011


24 de abril, domingo de Pascua, último día de la Semana Santa, al menos en Madrid.

Me despierto poco antes de que empiecen las carreras de caballos.

Sobre la mesa del salón siguen los libros de Sant Jordi: el que regalé y el que me regalaron.

Regalé La última noche (ed. Salamandra), de James Salter, un libro de cuentos. Cuentos de amor. Muy, muy cabrones. Aún recuerdo lo que me afectó en su día. Hay un poco de todo, pero todos desgraciados. Desgraciados sin el menor romanticismo, de la forma más áspera y real, con frases como ésta:

Uno nunca tiene la compañía humana que desea. Siempre es algún sustituto.

Me regalaron Paprika (ed. Atalanta), de Yasutaka Tsutsui. Es la primera novela suya que publican en España. Hasta ahora sólo habían traducido sus cuentos: muy frikis, muy bestias, muy divertidos, muy inteligentes. Hablé de ellos en relación con otra resaca.

Paprika va, por lo poco que cuenta la solapa, de sueños, de un psiquiátrico donde experimentan para introducirse en ellos y controlarlos, y de cómo eso acaba convirtiéndose en una gran conspiración para dominar el mundo. Creo.

Es ciencia ficción.

No me costó elegirlo, fue un flechazo: en cuanto lo vi quise que me lo regalaran, aunque había muchos otros libros apetecibles. Quizá influyó el que llevara todo el día leyendo cuentos en el móvil de Philip K. Dick, otro grande de la ciencia ficción.

La literatura del siglo XXI o es ciencia ficción o no me interesa.

La literatura del siglo XXI o es grotesca o es mierda pretenciosa y vacía.

La literatura del siglo XXI o es excesiva o está muerta.

Exagero, claro.

Pero en el fondo, o de alguna de las muchas maneras posibles, lo que digo es cierto.

Más ciencia ficción:



Es la canción más bonita que he oído en mucho tiempo (sí, bonita) y grotesca. O si no, al menos irónica.

Que la vuelta no os resulte muy dura.

sábado, 5 de marzo de 2011

Postal desde Marruecos (sólo un poema de Beckett enviado a la vuelta)


bien bien hay un país
donde el olvido donde pesa el olvido
dulcemente sobre mundos sin nombre
allí a la cabeza se le hace callar la cabeza es muda
y se sabe no nada se sabe
muere el canto de las bocas muertas
sobre la arena de la playa hizo el viaje
no hay nada que llorar

mi soledad la conozco vamos la conozco mal
tengo tiempo eso es lo que me digo tengo tiempo
pero qué tiempo hueso hambriento el tiempo de un perro
del cielo que palidece sin cesar mi grano del cielo
del rayo que trepa ocelado temblando
sobre mieras de tinieblas de años

queréis que vaya de A a B yo no puedo
no puedo salir estoy en un país sin huellas
sí sí es algo hermoso lo que tenéis ahí es algo hermoso
qué es no me hagáis mas preguntas
espiral polvo de instantes qué es lo mismo
la calma el amor el odio la calma la calma
(El poema lo copio de Obra poética completa, de Samuel Beckett, claro, editado por Hiperión y traducido por Jenaro Talens.)

(La foto es sólo una constatación de que la revolución allí aún no ha llegado aunque las vacas sí, ellas ya llevan pendiente. Un pendiente que se llama TRAZABILIDAD.)

martes, 15 de febrero de 2011

La industria editorial encuentra por fin el modelo de negocio que la va salvar de la crisis, la piratería y el apocalipsis: ¡MUJERES DESNUDAS!

No, no es coña, es un anuncio italiano para vender libros:



La protagonista es Ruby Robacorazones.

La supuesta sobrina de Mubarak, la mujer por la que Berlusconi podría acabar en la trena, la que ahora se ha propuesto hundir a los bancos y salvar la industria editorial...

Por suerte hay otro tipo de mujeres.

Por suerte hay hombres que escriben sobre ellas.

O mejor, que escriben sobre sus relaciones con ellas.

Por suerte esos libros merecen la pena.

Yo estas semanas he leído dos.

El primero se llama Epígrafe (Ed. Periférica), de Gordon Lish.

El segundo es A la caza de la mujer (Ed. Mondadori), de James Ellroy.

Los dos son extraños y retorcidos, los dos son sinceros e histriónicos.

Los dos son muy distintos.

A ver si en breve me escribo una entradita sobre ellos.